La tela antigranizo actúa como un escudo protector, desafiando las inclemencias climáticas y, especialmente, las tormentas de granizo. Una capa invisible que envuelve cada racimo y fruta, disipando la energía del granizo y salvaguardando la integridad de nuestras uvas. Es un abrazo suave pero resistente que asegura que nuestra vid florezca incluso frente a los desafíos meteorológicos más difíciles.

Esta innovación no solo resguarda nuestros viñedos, sino que también marca la diferencia en la calidad y la abundancia de las cosecha.

En Bodega Araujo, celebramos no solo la innovación vinícola, sino también el esfuerzo continuo por ofrecer cosechas excepcionales. Cada racimo protegido es un paso más hacia la perfección en cada botella que compartimos contigo.

¡Brindamos por un Comienzo de Año Prometedor!